Hay varias etapas en el consumo de drogas y, en comparación con los adultos, las personas jóvenes parecen progresar más rápidamente a través de ellas.
Consumo experimental: generalmente entre grupos de compañeros o amigos, la droga es utilizada como una diversión y, a menudo, el consumidor puede experimentar el deseo de desafiar a los padres u otras figuras de autoridad.
Consumo habitual: el individuo abandona la escuela o el trabajo con más frecuencia, le preocupa perder la fuente de la droga, utiliza la droga para "remediar" los sentimientos negativos, comienza a apartarse de la familia y amigos. La persona se inclina a cambiar su grupo de amigos por grupos diferentes que son consumidores habituales y se enorgullece de notar un aumento en la tolerancia y la capacidad para "manejar la droga".
Preocupación diaria: el consumidor pierde cualquier motivación, muestra indiferencia hacia el estudio y el trabajo; los cambios en el comportamiento se hacen obvios; la preocupación por consumir drogas se antepone a todos los intereses previos del individuo incluyendo las relaciones personales; el consumidor exhibe un comportamiento misterioso; es posible que para poder continuar con el consumo recurra a la venta de drogas; puede aumentar el uso de drogas más fuertes y los problemas legales del individuo también se pueden incrementar.
Dependencia: el usuario es incapaz de realizar sus actividades cotidianas sin droga; niega su problema; presenta deterioro de la condición física; pierde el "control" sobre el consumo; puede tener una actitud suicida; los problemas legales y financieros empeoran; para esta etapa se pueden haber roto los vínculos con familiares y amigos.